De la A a la
Z: Las Enfermedades Que Curaban
Nuestras Abuelas ¿De quién
heredaron nuestras abuelas los conocimientos y la seguridad necesarios para resolver de manera eficaz los achaques y
enfermedades que se manifestaban en sus
familias?
Gárgaras para los resfríos
Entre 2002 y 2003, la Escuela de Salud Pública de Kyoto, Japón, reunió 400 participantes que luego los evaluaron un año después. El estudio demostró que los voluntarios que, por pedido de los autores, realizaban a diarios gárgaras con agua de la canilla tenían menos posibilidades de contraer infecciones por vías respiratorias como catarros o gripes.
Entre 2002 y 2003, la Escuela de Salud Pública de Kyoto, Japón, reunió 400 participantes que luego los evaluaron un año después. El estudio demostró que los voluntarios que, por pedido de los autores, realizaban a diarios gárgaras con agua de la canilla tenían menos posibilidades de contraer infecciones por vías respiratorias como catarros o gripes.
Miel para la tos
La propia Organización Mundial de la Salud recomienda su ingesta con fines curativos en niños. A su vez, en 2012 se siguió a 300 niños que habían enfermado para determinar su efectividad. Una vez concluido el estudio, se reveló que el consumo de 10 gramos de miel antes de dormir registró menos tos y mejor sueño que aquellos que habían tomado placebo.
La propia Organización Mundial de la Salud recomienda su ingesta con fines curativos en niños. A su vez, en 2012 se siguió a 300 niños que habían enfermado para determinar su efectividad. Una vez concluido el estudio, se reveló que el consumo de 10 gramos de miel antes de dormir registró menos tos y mejor sueño que aquellos que habían tomado placebo.
Sopa de pollo para el resfrío
La sopa suele ser una de las recomendaciones habituales para combatir las inclemencias del frío en épocas invernales. Además, al parecer, hay un agregado clave: el pollo. En 2000, un estudio científico demostró que la sopa de pollo es efectiva para calmar la típica inflamación que produce un resfrío.
La sopa suele ser una de las recomendaciones habituales para combatir las inclemencias del frío en épocas invernales. Además, al parecer, hay un agregado clave: el pollo. En 2000, un estudio científico demostró que la sopa de pollo es efectiva para calmar la típica inflamación que produce un resfrío.