Si quiere mantener un estilo de vida activo y sin limitaciones
debe
tomar el control, primero aprendiendo que la ansiedad y los
ataques de pánico no le harán daño, independientemente de lo
severos que sean.
En segundo lugar, aprendiendo técnicas para manejar la ansiedad.
Y en tercer lugar, sin evitar situaciones en
el
caso de que se ponga ansioso. Si todos tuviéramos que evitar
situaciones debido a un peligro potencial, viviríamos en cajas
forradas de algodón y no saldríamos nunca.
Si usted está evitando algunas situaciones aquí tiene un ejercicio
que funciona.
1. Descubra qué situación es la que usted está evitando.
2. Determine por qué usted piensa que esa situación representa
una amenaza o le da miedo.
3. Pídale a una persona en la que confíe que le acompañe mientras
usted se enfrenta al miedo.
4. Hágale frente, confronte el miedo, aquello que teme, una vez al
día durante 5 minutos, luego 10, luego 15, hasta que usted sea
capaz de permanecer en esa situación indefinidamente. Repítase
constantemente que:
“¡Un hábito no puede hacerme daño!”.
Cuando sea capaz de hacer esto sin sentirse ansioso, encárguese
de su siguiente miedo, y así sucesivamente.
Todos los miedos son percibidos como no reales, son un catalizador
para la respuesta de lucha o huída, y nada más; pueden ser confrontados y controlados, hace falta valor pero puede hacerse.
