martes, 5 de mayo de 2009

EFECTOS DE LA LECHE Y EL CANCER DE MAMA

La historia de la profesora Jane Plant, geoquímica y jefa científica del British Geological Survey –una prestigiosa institución pública británica que se dedica a la investigación en materia de Geología-, puede constituir un significativo ejemplo para muchas mujeres ya que ha sobrevivido a 5 tumores mamarios y a las prácticas médicas convencionales para tratar su cáncer . Y lo ha hecho, según afirma ella misma, de una forma muy sencilla: eliminando todos los lácteos de su dieta. Su historia es parecida a la de otras muchas mujeres. Sintió el mismo pánico cuando le diagnosticaron cáncer de mama y confiada en el buen saber y hacer de los oncólogos se sometió a una mastectomía y a la irradiación de sus ovarios porque le dijeron que así se provocaba la menopausia, se suprimía la producción de estrógenos y se podría curar el cáncer. Pero todo resultó falso. De hecho el cáncer se le reprodujo hasta 4 veces. 'Sufrí la amputación de una mama, me sometieron a radioterapia y a una quimioterapia muy dolorosa. Entonces mi marido -quien también es científico- y yo misma, empezamos a investigar sobre la forma de vida y alimentación de los orientales hasta que llegamos a la idea que me salvó la vida: las mujeres chinas no enfermaban de cáncer de mama ni los hombres desarrollaban tumores prostáticos porque son incapaces de tolerar la leche y, por tanto, no la toman. Cuando Jane Plant se planteó todo esto se estaba tratando con quimioterapia su quinto tumor mamario. Y fue entonces cuando decidió suprimir por completo la ingesta de lácteos, incluidos todos los alimentos que contienen algo de leche: Sopas, galletas, pasteles, margarinas, etc.¿Y qué sucedió? 'En sólo unos días -recoge en su libro- el tumor empezó a encogerse. Dos semanas después de mi segunda sesión de quimioterapia y una semana después de haber suprimido la leche y sus derivados, el tumor empezó a picarme. Luego se ablandó y comenzó a menguar. Unas seis semanas después había desaparecido. La clave está pues, sin duda, en el consumo de lácteos'.Para la profesora Plant la leche de vaca es un gran alimento...¡pero sólo para los terneros! Y afirma convencida que la naturaleza no la ha destinado a ser consumida por ninguna otra especie. 'De hecho estoy convencida -concluye- de que salvé mi vida por dejar de consumir leche de vaca. Sólo deseo que mi experiencia puede servir a más mujeres y hombres que, sin saberlo, pueden estar enfermos a causa de los lácteos que consumen'.

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